Un potenciómetro es un resistor cuyo valor de resistencia es variable. De esta manera, indirectamente, se puede controlar la intensidad de corriente que fluye por un circuito si se conecta en paralelo, o la diferencia de potencial al conectarlo en serie.Normalmente, los potenciómetros se utilizan en circuitos de poca corriente. Estructura de un potenciometro:
![IMG_20131023_095856.jpg image](https://ivanlanciano.wordpress.com/wp-content/uploads/2013/10/wpid-img_20131023_0958561.jpg?w=800)
Circuitos con Potenciometros: Izquierda circuito con bombilla, derecha circuito con zumbador.
![potenciometros000-1](https://ivanlanciano.wordpress.com/wp-content/uploads/2013/10/potenciometros000-1.png?w=300&h=253)
Circuitos con bombilla:
En el primer circuito se ve como el potenciometro está a su máxima resistencia, por tanto no deja pasar electrones y no se ilumina la bombilla.
En el segundo circuito el valor del potenciometro está al mínimo, por tanto ofrece poca resistencia y pasan los electrones, la bombilla si se ilumina en este caso.
Circuitos con zumbadores:
En el primer circuito el potenciometro está a su máximo valor, por tanto ofrece mucha resistencia y no pasan los electrones, el zumbador no produce sonido.
En el segundo circuito el potenciometro está al mínimo de su resistencia, por tanto no ofrece resistencia y pasan los electrones, haciendo que el zumbador produzca sonido.
La respuesta del oído humano a las variaciones de volumen.
Potenciometro Logarítmico y Lineal.
Un potenciómetro es Lineal cuando el recorrido del cursor es proporcional a su valor en ohmios. Al 50% del recorrido es un 50% del valor, etc. Uno logarítmico, sin embargo, tiene una equivalencia asimétrica con respecto al recorrido, formando una curva que suele tener forma exponencial o logarítmica. Esto es así a causa de la «Ley Estímulo-Reacción de Fechner», en la que se demostró que el oído humano no tiene una respuesta lineal a las variaciones de volumen, sino que responde al logaritmo de la amplitud. Esto es, para que percibamos un sonido como «el doble de fuerte» que otro, ha de tener diez veces más volumen. Para ello necesitamos controles de volumen que actúen de manera similar y en los que la variación de amplitud sea muy pequeña al principio y muy grande al final.